sábado, 8 de noviembre de 2008

Número 37: The Dark Knight Returns


Si Batman: Year One, es la reinterpretación última del Hombre Murciélago, y a la vez el inicio de la misma, Batman: The Dark Knight Returns es el cierre de ésta: el Gran Finale. Todo lo que sucede en medio es relleno, en ocasiones uno muy interesante, en otras preferiría leer y olvidar (como por ejemplo, la saga Knightfall, con sus respectivas continuaciones, Knightquest y KnightsEnd).

Nos encontramos al principio del comic con un Batman retirado quien, como Bruce Wayne, se entretiene practicando "deportes extremos", como carreras de alta velocidad. Pero todo lo que hace Bruce para contener a su demonio interno (daemon, dirían los griegos clásicos) no es suficiente, el Murciélago quiere salir, y así atestiguamos el regreso del Caballero Oscuro. Una figura más oscura, con métodos más refinados pero brutales, cuyo vehículo asemeja a un tanque y a quien se unirá una jovencita con todo el idealismo y rebeldía de la juventud, y con la actitud adecuada para recordarle al vigilante cuál es el límite que aún lo separa de sus némesis.

En el post anterior mencionaba la diferencia entre Batman y el otro personaje más importante de DC Comics: Superman. En esta historia, el azuloso hasta me cayó mal. Cuando fui a ver Batman: The Dark Knight (la segunda película de la franquicia dirigida por Chris Nolan) pensé, y lo sostengo, que era el mejor filme de superhéroes hasta el momento. La principal razón: el realismo conseguido. Y reflexioné acerca del hecho que, por poner un ejemplo, no podrían hacer lo mismo con un largometraje de Superman, para empezar por el protagonista del filme, un personaje completamente inverosímil. Por supuesto que Batman es inverosímil, un personaje ficticio, pero la visión de Nolan logró meterlo en nuestra realidad. ¿Cómo lo hizo? Pues, para empezar, tiene la perspectiva adecuada para entender que el personaje en cuestión no es otro más del montón de metahumanos de los cómics, tiene algo único (insisto, su carácter humano; aún cuando sé que hay otros personajes sin superpoderes, la humanidad de Batman se manifiesta no sólo en su carencia de extraordinarias habilidades sobrehumanas sino en su personalidad, en lo más íntimo de su ser). Pero, aparte, Nolan hizo bien en seguir los bosquejos trazados por Frank Miller; ya lo he dicho, si alguien sabe de Batman es Miller.

Al leer The Dark Knight Returns, nos topamos con una obra maestra de los cómics, y como dijo alguien por ahí, es una novela gráfica que debe ser leída no solamente por fans de los cómics sino por quienes aprecien la literatura en general.

Siendo atrevido, osaré decir que a lo mejor la historia de Batman se podría leer en dos novelas gráficas: Year One y The Dark Knight Returns. Ya lo indiqué al principio, son el inicio y el desenlace, y en este caso, contando con tales notas salientes ¿será que realmente interesa el nudo?





1 comentario:

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Qué buena síntesis de lo mejor que ofrece Batman: esa tensión entre un vigilante que siempre está cerca de largarse a la oscuridad. Es el "superhéroe" que más lejos está de cualquier candor, un escéptico acerca de sí mismo, y a veces, al menos para mí, una especie de Hamlet en sus cuestionamientos que adoptó una vía realista y violenta. Claro, matizando un poco la idea...