Este espacio alternativo está destinado, de manera informal, a tratar acerca de la literatura, principalmente reseñando las obras que me han gustado más, esto es, aquellas con las que siento más afinidad por motivos subjetivos, o incluso las que yo considero que tienen más validez objetivamente (lo cual, por supuesto, es otra apreciación subjetiva; y por cierto, en este blog si puedo ser yo, eso me da más libertad).
El título de este post lo he escogido porque me he encontrado, a menudo, con esa máxima de que "con que lean (los jóvenes, o quien sea...) ya es bastante". Yo no comparto este criterio en lo absoluto. Es más, me parece que no es suficiente leer, hay que ser selectivo, como me decían hace años, cuando era adolescente: "elegí bien a tus amigos". Pues, como los libros son mis amigos, es cuidadoso mi proceso de admisión (sí, en esto soy tan excluyente como las más altas autoridades de la USAC, yo también tengo mis exámenes de admisión).
Por ende, no será extraño encontrar por aquí mis más apasionadas críticas contra algún autor que no sea santo de mi devoción. Cada quien que piense lo que quiera, en gustos se rompen géneros como dicen por allá, pero acá es un hecho que voy a emitir mi opinión.
Bienvenidos sean, quienes decidan leer este espacio, aún si mi único lector es ese tal Petoulqui.
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